El gas natural vehicular es un combustible automotor sustituto de la gasolina en motores de combustión interna de encendido por chispa y en forma parcial del diesel en aquellos motores de encendido por compresión.
Según datos de 2010, a nivel mundial hay en circulación más de 11,6 millones de vehículos a gas natural y unas 17.000 estaciones de servicio. Concretamente en Europa, Italia es el país pionero y líder de este sistema. En él, ya hay 700.000 vehículos circulando y 85.000 en Alemania, mientras que en España se reducen a 2.900.
En España el gas natural vehicular se utiliza principalmente a flotas de transporte de empresas privadas, autobuses urbanos e interurbanos, taxis, camiones de limpieza y recogida de basuras, carretillas elevadoras y de forma minoritaria, en vehículos privados.
¿Qué ventajas tiene el gas natural como combustible para vehículos?
El gas natural es la energía que mayores ventajas aporta también como combustible del transporte:
Beneficios ambientales
El gas natural es el combustible alternativo que tiene la combustión más limpia.
Las emisiones de descarga de vehículos a gas natural son mucho más bajas que las de los vehículos a gasolina.
Por unidad de energía el gas natural contiene menos carbono que cualquier otro combustible fósil y, por lo tanto, genera menos emisiones de CO₂ por cada kilometro recorrido por un vehículo.
Ahorro económico
La utilización del gas natural como combustible en comparación con el gasoil de automoción convencional permite ahorros económicos a partir de un 25%, pudiendo alcanzar hasta un 40% según el tipo de vehículo y la estación de carga. Además, al quemar más limpiamente, reduce las necesidades de manutención.
Alto nivel de seguridad
Los vehículos que operan con gas natural son más seguros que los que operan con combustibles tradicionales, ya que el gas natural vehicular se disipa en la atmósfera en caso de accidente. La gasolina, en cambio, permanece en el suelo, creando riesgo de incendio.
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