Futuro del coche a gas natural

Futuro del coche a gas natural

Dados los elevados índices de contaminación en las zonas urbanas (puedes informarte aquí sobre la denominada «boina de contaminación«), muchos ayuntamientos han tomado ya medidas drásticas para reducir la contaminación provocada por el tráfico y han restringido los tipos de vehículos que pueden acceder al centro de la ciudad, limitando el acceso a los menos contaminantes. ¿Y sabes qué? El coche de gas natural es uno de ellos.

El objetivo es mejorar la calidad del aire y por tanto la salud de los ciudadanos, por lo que el coche de diésel tiene los días contados y el de gasolina va por el mismo camino.

Por este motivo, en los últimos años no han parado de surgir alternativas a los combustibles tradicionales: coches híbridos, eléctricos, de GLP (gas licuado de petróleo), de gas natural licuado (GNL) o de gas natural comprimido (GNC). Los principales fabricantes de coches se han puesto las pilas para ofrecer, tanto a los conductores particulares como a los vehículos destinados al transporte público, alternativas sostenibles y lo más ecológicas posibles. Y el coche a gas natural es una de las alternativas más prometedoras.

A continuación, te contamos por qué creemos que el coche a gas natural es la mejor alternativa al coche diésel o de gasolina.

Razones por las que el coche a gas natural ha venido para quedarse:
  1.  Es ecológico: además de reducir las emisiones estarás mejorando la calidad del aire.
  2.  El precio del gas natural es más barato que la gasolina o el diésel.
  3.  Su autonomía: tiene mucha mayor autonomía que cualquier coche eléctrico del mercado. Eso supone más horas de conducción sin tener que repostar.
  4.  Repostaje rápido e instantáneo: repostarás como si fuera gasolina, en una estación de servicio, en un momento.
  5.  Es cómodo: prácticamente no notarás la diferencia con un coche de gasolina o diésel en la conducción.
  6.  Es seguro: el depósito de gas es completamente estanco. Incluso en el caso extremo de altas temperaturas por fuego, el gas natural se liberaría lenta y progresivamente, evitando así que aumente la presión.

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