La transición energética que estamos viviendo precisa de fuentes autónomas para conseguir energía. El gas verde o biometano, creado a partir de residuos de todo tipo, es una alternativa sólida para conseguir independencia energética al no depender de terceros para ser obtenido.
Seguridad energética distribuida: micro-redes y gas verde
¿Qué es una micro-red inteligente y cómo funciona con gas verde?
Las micro-redes son versiones reducidas de sistemas energéticos centralizados, que normalmente son conocidos como macro-redes y que son los que utilizamos habitualmente para conseguir energía en nuestras casas o empresas. Estas micro-redes cuentan con diferentes formas de energía (solar, gas verde, eólica, combustibles tradicionales, generadores…) y usan tecnología digital para poder operar. El gas verde o biometano, al poder ser almacenado permite que estas micro-redes se mantengan funcionando incluso cuando otras energías renovables no están disponibles. Las micro-redes existen desde hace años para mantener en funcionamiento hospitales, bases militares, campus de estudios, etc…, normalmente con generadores de cogeneración y motores propulsados por combustibles tradicionales. La diferencia con la actualidad es que muchas ciudades están intentando equiparse con sistemas de micro-redes renovables para poder dar servicio a comunidades concretas y también para contar con sistemas alternativos en caso de emergencia.
¿Qué ventajas ofrecen para la seguridad energética local?
Las micro-redes cuentan con muchas funciones entre ellas la de mantener la seguridad energética a nivel local. Al disponer de una fuente de energía propia se rompe la dependencia con las macro-redes y con otros países que puedan verse afectados por crisis geopolíticas o de suministro. Las micro-redes promueven la independencia y garantizan la seguridad al poder ser propietarios de la infraestructura y manejarla a favor de los intereses de los usuarios de esa red.
Mayor autonomía energética en comunidades locales
Las micro-redes con gas verde proporcionan independencia frente a las redes más deslocalizadas y que dependen de recursos externos. La combinación de energías renovables proporciona un entorno seguro para determinadas ciudades o infraestructuras que no pueden depender de la influencia de otros actores energéticos externos para funcionar.
Más resiliencia ante desastres naturales o fallos de la red
Cuando se producen desastres naturales, en determinadas zonas o incluso en otras que puedan afectar al suministro de una determinada ciudad o instalación, este tipo de micro-redes permiten garantizar el suministro al contar con reservas de determinados activos energéticos como el gas verde o biometano.
Si se diera una interrupción en el suministro de gas natural debido a cualquier fallo en infraestructuras clave, además de contar con medidas para minimizar ese riesgo y prepararse ante posibles emergencias, podríamos contar con nuestras propias reservas gracias a la producción de gas verde a nivel local. Lo mismo sucede con otras energías como la eólica o la solar, que pueden ser almacenadas mediante baterías y en caso de catástrofe ser utilizadas como reserva.
Almacenamiento del gas verde en micro-escala
Una de las virtudes de las micro-redes o redes de energía locales, es su capacidad para ser utilizadas como reserva de energía gracias a diferentes sistemas de almacenamiento.
Integración con sistemas de energía solar y eólica
El gas verde es siempre una alternativa que permite que se equilibren las reservas de energía en momentos de exceso de demanda o ausencia de energías renovables. Uno de los casos típicos es la ausencia de sol o viento en determinados momentos del año. En esos casos, la energía que proporciona el biometano o gas verde equilibra el déficit de producción de energía solar o eólica, actuando como una micro-red híbrida.
Economía circular y gas verde: nuevos modelos de negocio impulsados por Nedgia
Nedgia está impulsando el desarrollo del gas verde o biometano, como alternativo o sustituto del gas natural. Al contar ya con la infraestructura para hacer llegar el gas a las casas hay que buscar formas de producir gas natural de otras formas.
¿Cómo se transforman los residuos en gas verde o biometano?
El gas verde o biometano se genera a partir de residuos y puede emplearse de la misma forma que el gas natural. Por eso fomenta la economía circular, gestionando mejor los residuos para conseguir energía libre de emisiones de CO2. Si quieres conocer el proceso de transformación para los diferentes tipos de residuos consulta nuestro portal.
A través de plantas de biometano descentralizadas
Siguiendo la “Hoja de ruta para el biogás” trazada por el IDAE para el 2030, se pretende multiplicar por 4 la producción de gas verde, en Nedgia contamos con 9 plantas que ya están inyectando biogás a la red gasista. La planta Elena, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), fue la primera que inyectó gas renovable procedente de los residuos de un vertedero. A esta iniciativa le siguió Biogasnalia, en Burgos, cuyos residuos son de origen agroindustrial. Lleida mantiene conectadas la granja Torre Santamaría y la planta de Vila-sana, que están inyectando biometano con origen en el residuo ganadero (estiércol). En A Coruña, Edar de Bens, inyecta biometano procedente de aguas residuales. A éstas se le suman las cuatro últimas plantas en las que la compañía ha empezado a inyectar biometano a la red en Els Hostalets de Pierola, procedente de los residuos urbanos de Barcelona, Edar Granollers, en Granollers que utiliza aguas residuales y residuos orgánicos, Coren-Arrabaldo, que utiliza residuos ganaderos y el Gasoducto virtual Balaguer, en Balaguer, Lleida que produce gas verde procedente de residuos ganaderos. Si quieres saber más sobre cada una de estas plantas puedes consultar nuestro portal sobre economía circular.
Impulsando modelos de cooperativas de producción local
La colaboración con determinados sectores es clave para poder desarrollar modelos de cooperación que impulsen el desarrollo del gas verde o biometano, estos modelos además facilitan la creación de micro-redes al poder producir la energía en los lugares en los que finalmente va a ser consumida. Un buen ejemplo son las ganaderías vacunas, que proporcionan materia prima para poder ser transformada a través de diversos procesos en gas verde. En muchos de estos casos, la colaboración entre los municipios, los agricultores y las empresas que fabrican las plantas para su posterior explotación es clave.
Digitalización y seguridad energética: el gas renovable en la era del IoT
La digitalización es un apoyo muy importante para el desarrollo de las micro-redes energéticas al poder certificar en todo momento la procedencia y la calidad de los recursos energéticos que se vierten al sistema.
¿Cómo garantiza blockchain que el gas es 100% renovable?
El blockchain es una tecnología basada en una base de datos que al estar compartida por un gran número de personas se garantiza su seguridad. La forma de codificar la información es siempre muy sofisticada y al estar encriptada se dificulta el acceso a la misma. Las personas que quieran incluir información han acordado previamente cómo hacerlo y han establecido unos procesos en la red. Es por ello por lo que no existen intermediarios. El blockchain normalmente se utiliza para crear certificados de datos que permitan crear registros que garanticen que el biometano inyectado en la red tiene un origen sostenible.
Sensores inteligentes y mantenimiento predictivo en redes de gas verde
Los sensores inteligentes ya están siendo utilizados en muchos sectores para poder realizar mantenimiento predictivo de las instalaciones de gas implementadas en las micro-redes de energía. Lo que conocemos como IoT, el internet de las cosas permite conectar mediante sistemas de telefonía móvil las infraestructuras, permitiendo saber en tiempo real el estado de las instalaciones. De esta forma se mejora la seguridad de las instalaciones y se garantiza el suministro de estas.