Caldera estanca: qué es, normativa RITE/ErP y alternativa de condensación


Las calderas estancas producen su combustión en una cámara estanca. El aire es recogido desde el exterior. Desde el año 2010 ya no se permiten las calderas atmosféricas y desde el año 2015 además se opta por la normativa (ErP) que obliga a instalar calderas de condensación por eficiencia energética, pudiendo mantener las calderas estancas que ya existen instaladas.

¿Qué es exactamente una caldera estanca?

Las calderas estancas son calderas que utilizan gas natural y que se caracterizan porque tienen una cámara de combustión que se encuentra completamente sellada, es decir, que toman el aire procedente del exterior para poder generar su llama y una vez generada esa combustión en combinación con el gas, proceden a expulsar el gas generado gracias a un sistema de doble conducto.

Se trata de calderas cerradas que recogen el aire del exterior eliminando de esta forma cualquier conducto de aire entre el hogar y la caldera.  Para lograrlo utilizan ese sistema de doble conducto que conduce el aire desde el exterior hasta el hogar y posteriormente evacua los humos hacia el exterior. 

La diferencia fundamental y por la que son obligatorias desde el año 2010, en sustitución de las calderas atmosféricas, es que toman el aire del exterior. Las calderas atmosféricas toman el aire del local donde están instaladas, siendo mucho menos seguras. De hecho, desde el año 2010 y debido al Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE), queda prohibido instalar calderas atmosféricas en cualquier tipo de edificio. Desde el año 2015 sólo se permite el uso de calderas de condensación.

Junto con las calderas de condensación son las únicas que están permitidas en la actualidad, aunque las calderas de condensación son claramente mucho más avanzadas que las estancas al aprovecharse de un concepto conocido como el “calor latente”, que es el calor que se genera al producirse un cambio de fase, de un estado gaseoso, que es en el que está el vapor, a un estado líquido. Para ser más gráficos, la caldera de gas natural a condensación sería una especie de “calentador”, que gracias al gas natural que se insufla al comienzo de la generación de gases, va generando una serie de vapores que se transmiten al intercambiador, haciendo que el agua que fluye por su interior se caliente.

Al existir una entrada de agua fría y una salida de agua caliente, generamos el agua caliente sanitaria o el agua para la calefacción que necesitamos.

Si quieres ver un vídeo explicativo de la diferencia entre los dos tipos de calderas; las más convencionales y las de condensación te recomendamos que nos sigas en Instagram y veas esta historia.

Normativa vigente (RITE + ErP)

Para que puedas entender esta evolución tan rápida que se ha producido en el mundo de las calderas, hay que tener en cuenta dos normativas clave: el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) del año 2010 y la Directiva sobre el diseño ecológico Ecodesign, más conocida como ErP.

En el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) del año 2010 se estableció la prohibición de instalar calderas atmosféricas nuevas, pero se permitió seguir utilizando las que generaran hasta 70 kW antes de la fecha límite. Éstas últimas, desde ese año no se pueden instalar, pero sí seguir funcionando, debiendo ser sustituidas por calderas estancas o de condensación en caso de que se estropeen o necesiten reparación. Esta prohibición surge porque las calderas atmosféricas recogen el aire que necesitan para su combustión de la misma estancia donde se encuentran instaladas, pudiendo generar problemas en la salida de humos, que a su vez pueden generar emisiones peligrosas de monóxido de carbono en el interior de la vivienda.

Las calderas estancas, obligatorias desde entonces, proporcionan una seguridad y una eficiencia de energía muy superior al contar con un circuito de combustión cerrado y ventilación exterior forzada, como hemos podido comprobar en el apartado anterior.

Además, la Directiva sobre el diseño ecológico Ecodesign, más conocida como ErP, establece los requerimientos mínimos relativos a la eficiencia energética de emisiones y de niveles de ruido para los equipos que produzcan calor, depósitos y calderas de hasta 400 kWh y 2.000 litros. 

En este sentido, la ErP define: 

  • Niveles mínimos de eficiencia con la que deben contar las calderas. 
  • Emisiones máximas de NOx (óxidos de nitrógeno). 
  • Niveles de ruido para bombas de calor, bombas de calor A.C.S., termos eléctricos y calderas de cualquier tipo. 
  • El nivel máximo de pérdidas térmicas en los depósitos de agua caliente sanitaria. 

Por esta normativa del año 2015 es por la que podemos decir que las únicas calderas que se pueden comercializar e instalar son las calderas de condensación, pudiendo mantenerse las calderas estancas o las atmosféricas siempre que éstas superen las inspecciones periódicas de gas. Lo que se prohíbe es la fabricación de calderas atmosféricas o la instalación de nuevas calderas estancas. 

Un ejemplo del tipo de etiqueta que acompaña a toda caldera que se comercialice desde el año 2015, es la que podemos ver a continuación, en el ejemplo para una caldera mixta, que son aquellas que generan calefacción y agua caliente sanitaria:

Es muy importante repetir que una caldera estanca o atmosférica, mientras supere la inspección de gas, puede seguir utilizándose, aunque su comercialización se encuentre prohibida en estos momentos.

La alternativa actual: caldera de condensación

En la actualidad la única alternativa a las calderas estancas son las calderas de condensación, ya que, como hemos indicado por las normativas actuales, estamos obligados a cumplir con una serie de requisitos y normativas a la hora de instalar nuevas calderas. También tienes que saber que toda caldera de condensación también es estanca. De cualquier forma, optar por una caldera de condensación sólo nos proporcionará ventajas entre las que podemos encontrar las siguientes:

Mayor eficiencia y ahorro

Las calderas de condensación aprovechan el calor latente, que como ya hemos visto, es el que se produce con el cambio de estado gaseoso a líquido dentro de la caldera. En otro tipo de calderas, este calor procedente del vapor de agua que se genera dentro de la caldera no es reaprovechado, mientras que en las calderas de condensación es reaprovechado generando menos consumo de gas y contribuyendo directamente al ahorro energético. 

El rendimiento típico es de entre un 92% y un 106 % para las calderas de condensación frente al 85% al 90 % en una caldera estanca convencional. Esto quiere decir que aprovechan en esos porcentajes el gas natural que se suministra a cada tipo de caldera.

Más seguras y ecológicas

Las calderas de condensación reducen en un 70% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de óxido de nitrógeno (NOx), por lo que son uno de los sistemas más respetuosos con el planeta a la hora de calentar nuestro hogar o proporcionar agua caliente. En cuanto a la seguridad de las calderas de condensación frente a las estancas, serían de características similares, al evitar en ambos casos la fuga de gases al exterior. En cualquier caso, siempre es obligatorio contar con rejillas de ventilación para aumentar la seguridad de las estancias en las que se encuentran instaladas.

¿Debo cambiar mi caldera estanca si funciona?

No es necesario cambiar la caldera estanca si esta se encuentra en funcionamiento y supera la inspección periódica correspondiente.

Preguntas frecuentes sobre calderas estancas

¿Es ilegal tener una caldera estanca?

No, lo que no se puede es instalar calderas estancas en la actualidad, como hemos comentado desde el año 2015, se pueden instalar calderas de condensación y mantener las calderas estancas que ya existían.

¿Tengo que cambiarla si funciona?

No es obligatorio cambiarla, pero sí valorar al cabo de cierto tiempo si por razones de eficiencia energética o consumo nos interesa más instalar una caldera de condensación.

¿Por qué ya no se instalan estancas “convencionales”?

Por eficiencia ErP, las calderas de condensación generan mayor eficiencia y de esta forma ahorramos en consumo, aumentando además el confort.

¿Una caldera de condensación es también estanca?

Sí, todas las calderas de condensación además son estancas.

¿Puedo evacuar por fachada con una estanca?

Sólo se puede evacuar por la fachada en caso de que esté permitido, lo normal es evacuar por la cubierta del edificio, aunque con las calderas de condensación y con bajo índice de NOx, pueden producirse excepciones, así como en el caso de las viviendas unifamiliares que requieren de estudios a medida.

Tengo chimenea colectiva (shunt), ¿qué opciones hay?

Las chimeneas colectivas (denominadas como shunt), son aquellas que desembocan en una chimenea colectiva, es decir, son aquellas en las que pequeñas chimeneas procedentes de cada una de las viviendas desembocan en una superior. En estos casos, lo más conveniente es consultar con un instalador autorizado las modificaciones que se deben realizar o como adaptar la caldera a este tipo de instalaciones.

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