¿Dudas entre calefacción o aire acondicionado? Descubre las características y beneficios de cada sistema y elige la opción más adecuada para tu hogar.
La bomba de calor a pesar de servir para calentar una estancia no es un sistema de calefacción. Es aire caliente proporcionado por el aire acondicionado de nuestra casa o por un sistema de bomba de calor. Un sistema de calefacción a gas, que si es un sistema de calefacción, cuenta con muchas más ventajas como veremos a continuación.
Calefacción por gas: Ventajas y desventajas
La calefacción con radiadores de gas natural, que incluye un sistema que calienta el agua mediante una caldera de condensación, es el sistema más habitual en todas las casas españolas. De hecho es el sistema presente en el 37% de las viviendas a pesar de existir otros muchos sistemas para calentar las casas como la calefacción central por gasoil, con gran peso en casas de antigua construcción, los radiadores eléctricos y otros muchos sistemas con los que ha convivido la calefacción con radiadores de gas natural y que por su gran implantación demuestra que es el sistema preferido por la mayoría de sus usuarios y, generalmente, es la opción escogida cuando te puedes plantear qué sistema de calefacción emplear.
Las ventajas son múltiples, siendo la única desventaja el que no contemos con una canalización de gas natural hasta el edificio. En cualquier caso, realizar dicha instalación es sencillo pero incluye el poder disponer de gas, las canalizaciones correspondientes y disponer de una IRI, o estación receptora, que debe ser instalada por personal cualificado y contar con las correspondientes certificaciones.
Las ventajas que incluye una instalación de este estilo incluyen:
- Un calor mucho más agradable, estable y hogareño que el que proporcionan las bombas de calor. Esto es clave en zonas con muchos meses de frío.
- Un coste energético menor, al contar el gas natural con un precio mucho más bajo y estable que el de la luz.
- En una casa media podemos obtener un ahorro, sin contar con las subvenciones por su instalación, de hasta 1.000€ al año.
- Podrás tener incorporado en el mismo sistema el agua caliente sanitaria para la casa, ahorrándote los sistemas alternativos con los que tendrás que calentar el agua en caso de tener una bomba de calor, como por ejemplo un termo eléctrico. Existen bombas de calor que proporcionan agua caliente pero sus rendimientos suelen ser bajos.
- En climas en los que el frío es severo la calefacción por gas natural es la única opción, ya que las bombas de calor, al funcionar con agua, pueden verse inutilizadas.
- Está garantizado el suministro, no existen cortes.
Entre las desventajas estaría la ya mencionada de disponer de una instalación de gas natural a la que poder conectarnos y que requiere de un mantenimiento, que, en cualquier caso, va a aportar más durabilidad a la caldera de condensación y al resto de los elementos que componen la instalación, alargando por tanto su vida útil año a año y la seguridad de los elementos que componen la instalación. Esto no quiere decir que la bomba de calor no requiera mantenimiento, si no que en el caso de las instalaciones de gas natural hay unas normativas que deben ser cumplidas por las empresas instaladoras para garantizar su correcto funcionamiento. Esto es debido a la escasa implantación de las bombas de calor que hace que no haya unos estándares tan claros y no se sepa cómo proceder, haciendo un escaso mantenimiento de las instalaciones que a la larga contribuye a que su coste ecléctico aumente por el desgaste.
Bomba de calor: Ventajas y desventajas
La bomba de calor administra calor habitualmente a través de un sistema de aire acondicionado, conocido como Split o a través de un sistema centralizado que luego distribuye el calor o el frío a través de rejillas en las diferentes estancias de una casa.
La bomba de calor tiene la principal ventaja de que proporciona calor de forma instantánea, como el que pueda proporcionar un secador de pelo, por poner un ejemplo. Esta es su principal y única ventaja frente a la calefacción con gas natural.
En cuanto a las desventajas podríamos señalar las siguientes:
- En primer lugar, tendremos que aumentar la potencia eléctrica contratada, aumentando de antemano, previo a cualquier consumo, el coste de la factura de la luz.
- Tendremos que colocar una unidad exterior, similar a la de las de aire acondicionado, para que pueda funcionar y no en todas partes encontraremos ese espacio. Es más, es habitual que en muchas comunidades de vecinos no permitan instalar estos aparatos en zonas como la fachada por su impacto estético.
- Funcionan bien cuando el frío no es muy elevado, es decir, para zonas templadas en las que en determinados meses de verano se necesita de cierto calor.
- El calor que proporcionan es muy volátil, esto quiere decir que en cuanto la apaguemos el calor desaparecerá, de inmediato. Esta característica hace que en las noches obligatoriamente pasaremos frío al no contar con el calor residual que proporciona un radiador y no poder mantenerla encendida toda la noche debido a su elevado coste.
- Aumentan los riesgos sobre la salud al mantener el aire en continuo movimiento, lo que incluye el polen presente en las casas, los ácaros y el polvo.
- A esto se le suma que puede aparecer moho en las canalizaciones y en los propios aparatos que proporcionan el aire, que como sabemos es fuente de problemas de salud graves.
¿Qué más debes tener en cuenta?
La instalación es una de las principales decisiones a la hora de decidirse por uno u otro. Es habitual que en muchos edificios ya se disponga de gas natural, lo que reduce la instalación a los radiadores y la caldera, que habitualmente es de condensación. Esto hace que frente a un sistema de aire acondicionado que incluye una bomba de calor y todos los splits necesarios el coste se reduzca a la mitad. A ello habría que sumarle el coste de la luz que es mucho más elevado y variable que el coste del gas.
¿Qué es mejor calefacción con radiadores o bomba de calor?
La calefacción con radiadores a gas natural es el método más indicado para calentar una casa. Las razones ya las hemos dado: El mayor coste energético (facturas más altas), peor confortabilidad (calor más volátil y menos hogareño), mayor mantenimiento (por problemas derivados con la salud y su dificultad de funcionamiento a bajas temperaturas) y un coste de instalación muy superior en caso de que queramos tener un sistema integrado en la vivienda (no mediante splits) hace de la bomba de calor o, más concretamente, del aire acondicionado con bomba de calor una alternativa que no debería ni ser valorada.
En Nedgia, adicionalmente, podemos ayudarte en la instalación de gas natural en tu casa. Te indicaremos qué ayudas tienes a tu disposición y también los pasos a seguir para instalar una calefacción de gas natural segura y eficiente que además te ayudará a ahorrar.