Parece que los momentos más fríos del año son los más propicios para plantear un ahorro en nuestro consumo energético. Sin embargo, esta es una verdad a medias, porque el uso de dichos servicios, en mayor o menor medida siguen presentes el resto del año.
La época estival no es una excepción en este planteamiento y por eso en esta entrada de blog, vamos a estudiar los casos más comunes que nos permitan saber cómo ahorrar energía en el verano de 2019.
¿Qué energía consumimos en verano?
Por lo general es la electricidad la energía que se lleva el mayor porcentaje de nuestras facturas en los meses más cálidos. Como hemos visto en otros artículos, la electricidad es una de las energías más caras que existen en el mercado y todo lo que sea depender de dispositivos en casa que la utilicen, es sinónimo de gasto mayúsculo.
A diferencia de otras energías más rentables como el gas natural, la electricidad supone un notable gasto extra cuando la utilizamos como base en nuestros hogares. Depender de ella para el funcionamiento de aires acondicionados puede ser una solución para nuestro confort, pero seguro será un aumento en nuestro gasto mensual y por ello es uno de los factores a tener en cuenta para saber cómo ahorrar energía.
Precisamente el gas natural pasa a un lugar secundario en estas épocas, puesto que el uso de este se reduce al agua caliente sanitaria. Seguiremos utilizando el agua caliente para lavar nuestros platos e incluso ducharnos, pero, con el gas natural, una energía barata ya de por sí, en verano no encontraremos una inversión desmedida en esta partida.
5 consejos útiles sobre cómo ahorrar en energía en el verano de 2019
1. Genera corrientes de aire: Si abres las ventanas de tu casa y bajas las persianas, puedes lograr un movimiento de aire frío para aligerar las altas temperaturas.
2. Cierra cortinas y persianas en las horas más cálidas: La incidencia del sol a través de las ventanas puede incrementar en varios gados la temperatura interior. Aislarse de la luz en las horas centrales del día, puede ayudar a regular la temperatura.
3. Utiliza electrodomésticos de bajo consumo: Las nuevas normativas obligan a los fabricantes a etiquetar sus equipos y calificarlos en función de su eficiencia energética. Optar por los más responsables con el medio ambiente, nos puede ayudar a minimizar el gasto energético.
4. Viste con ropa fresca: Mantener la temperatura corporal es clave para combatir la sensación térmica que nos producen las altas temperaturas. Viste de manera cómoda, con ropa amplia y de colores claros.
5. Controla la temperatura del aire acondicionado: No es necesario pasar frío. Aunque pueda sonar a broma, lo cierto es que muchos usuarios confunden climatizar con enfriar. La temperatura ideal tiene que rondar los 24º. Bajar la temperatura de una estancia es mucho más costoso en materia energética que subirla. Por tanto hemos de ser prudentes.
Cómo ahorrar energía instalando gas natural
Si bien te hemos presentado algunos consejos para ahorrar en verano, debes tener en cuenta que hablamos apenas de tres meses sobre doce. El verdadero gasto energético se produce el resto del año y es el verano un buen momento para aclimatar nuestras viviendas a los meses de frío.
En previsión de que cuando decidamos cambiar nuestra caldera o radiadores se necesite uno o más días para su instalación o sustitución es conveniente y, más cómodo, hacerlo en verano para no notar el frio por la ausencia de calefacción.
Disponer de gas natural en nuestra vivienda y hacerlo de la mano de una caldera de condensación puede darnos ese plus de ahorro que compensará, con creces, el gasto extra de los meses de verano. El gas natural tiene muchas ventajas, además del consabido bajo coste, hay que tener presente su seguridad y el confort que nos ofrece su instalación. Es tan sencillo como ponerse en contacto con uno de nuestros centros, para empezar ahorrar energía desde el primer momento.
Conclusiones: Aprovecha el verano para preparar tu vivienda de cara a los meses fríos
Podemos controlar el gasto energético de nuestra vivienda hasta cierto punto. El calor es más difícil de combatir que el frío y por tanto hemos de prepararnos para ahorrar más en los meses de invierno. Si utilizamos este tiempo en el que tenemos parados nuestros sistemas de calefacción para revisarlos o sustituirlos, podemos generar un gran ahorro en invierno.
El gas natural puede ser ese empujón que necesitamos para que, una vez llegados los meses más fríos, podamos disfrutar del máximo confort en casa. Así, al finalizar el año veremos compensada nuestra factura con todos estos consejos sobre cómo ahorrar energía.