El gas metano es el componente principal del gas natural. Está compuesto por hidrógeno y carbono y su diferencia con otros combustibles es su baja emisión de dióxido de carbono tras la combustión. El metano es uno de los gases claves en la transición energética al ser el componente principal de energías como el gas natural o el gas verde o renovable.
¿Qué es el gas metano?
El gas metano es un gas natural, incoloro y sin olores, y se produce debido a la descomposición o la digestión de materia orgánica como las plantas.
Está compuesto por cuatro átomos de hidrógeno y uno de carbono, de ahí su formulación como CH4. Esto significa que los átomos de hidrógeno se unen al de carbono mediante enlaces covalentes.
Si tuviéramos que describir la procedencia del metano tendríamos que distinguir las siguientes fuentes:
- El metano procedente de la descomposición de residuos orgánicos, que supone el 30% del metano total.
- El que procede de los humedales, estimado en un 23%.
- El procedente de la extracción de combustibles fósiles, que supone el 20%.
- La digestión y defecación de animales, que supondría el 17%. Aquí es importante señalar que el ganado es el que genera la mayor parte del metano.
El gas metano es el componente fundamental del biometano, o gas verde como se le está denominando actualmente, y se está convirtiendo en una fuente de energía de transición alternativa al gas natural clásico, ya que los procesos que permiten la generación de biometano están basados en gran parte en las fuentes de las que acabamos de mencionar como los residuos o el estiércol, esto contribuye a reducir nuestra dependencia de otros países, permite reaprovechar los residuos existentes y a la vez ser una alternativa más ecológica y sostenible.
Características principales del gas metano
El gas metano no es uno de los gases que más presente está en el planeta, pero sí es uno de los de mayor uso.
En forma de gas natural, se utiliza mucho para producir energía en forma de calor o electricidad.
El gas metano es inflamable cuando se expone al fuego. Sus usos, debido a esta propiedad básica, lo hacen ampliamente utilizado en la industria como gas inflamable en procesos térmicos o como materia prima en procesos químicos.
La gente suele aprovechar sus propiedades en hogares y negocios para proporcionar calor, agua caliente y electricidad de diversas formas. El gas metano (como el gas natural) y, a diferencia de otros gases inflamables, es más ligero que el aire, por lo que, en caso de fuga, escapará rápidamente garantizando una alta seguridad.
Diferencias entre el gas natural y el gas butano
Efectivamente existen. La diferencia básica entre el metano y el butano es su estado en condiciones ambientales. El metano es el componente principal del gas natural, y, aunque no es el único componente, su estado es gaseoso. El butano procede de los gases licuados del petróleo, por tanto, su estado habitual de distribución es líquido.
El gas natural es un hidrocarburo y llega a nosotros en forma de gas, aunque es muy habitual licuarlo para favorecer su transporte, como ya hemos visto previamente en nuestro blog en el artículo sobre regasificadoras.
Diferencias entre el metano y el propano
El metano es el principal componente y la proporción predominante del crisol de gases y componentes que conforman el gas natural.
Por el contrario, el propano es un gas licuado derivado del petróleo.
El propano es cada vez más residual debido a las innegables ventajas del gas natural y sus mayores capacidades a la hora de llegar a más localizaciones.
La principal razón por la que en un pasado se hacía complicado el uso del gas natural era su transporte.
En la actualidad, gracias a la amplia red de gasoductos, el uso de regasificadoras y barcos metaneros y las nuevas opciones que ofrece el gas renovable, es la solución más eficiente para proporcionar un desarrollo sostenible.
¿Existen diferencias entre el gas metano y el gas natural?
Claro que existen. El gas natural se compone de varios gases siendo el gas metano su gas principal representando hasta un 95% (dependiendo de la calidad de los yacimientos de los que provenga). Dentro de la composición del gas natural podemos encontrar, además de gas metano, gas etano, gas propano, gas butano, nitrógeno, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, helio y argón.
El metano es el principal componente del gas natural. Por tanto, estamos hablando de cosas diferentes. Mientras que el gas metano es un gas en sí mismo, con una composición química específica, el gas natural se forma a partir de la mezcla de distintos gases siendo el gas metano su principal componente, como mencionamos anteriormente.
Usos y aplicaciones del metano en España
El metano, como ya hemos comentado, es el componente principal del gas natural y del biometano o gas verde, entre los principales usos encontramos los siguientes:
Uso doméstico
El uso doméstico engloba la calefacción, el agua caliente sanitaria y la cocina. La ventaja del uso del gas natural radica fundamentalmente en un mayor confort a la hora de utilizar los sistemas de calefacción, al tratarse de un calor homogéneo y duradero, además de ser más económico. El gas natural es el mejor sistema para cocinar al ofrecer ahorro energético, velocidad de cocción y control de la temperatura muy preciso, además en el uso para obtener agua caliente, es un sistema que calienta el agua rápidamente y con el menor coste por ducha.
Uso industrial
Cuando nos referimos al uso industrial del metano, las industrias que suelen utilizar este tipo de energía son aquellas que requieren de altas temperaturas, entre las que podemos encontrar la industria del vidrio, la cerámica, la industria alimentaria o la del acero. A su capacidad calorífica tenemos que añadir la limpieza, ya que por normativa legal se utiliza un sistema denominado scrubbing (tecnología de lavado de gases) que permite reducir los gases que se emiten a la atmósfera.
Generación eléctrica
La generación de energía eléctrica gracias al metano es posible por las centrales de ciclo combinado, que han sido claves para la transición energética, al generar menos emisiones a la atmósfera que otros combustibles fósiles utilizados para generar electricidad como el carbón, muy utilizado en el pasado para generar electricidad.
Las centrales de ciclo combinado son plantas de generación de electricidad que utilizan dos tipologías de turbinas (gas y vapor) para incrementar la eficiencia. El calor que emana del gas de escape de las turbinas se utiliza para crear vapor, que a su vez impulsa otras turbinas que permiten generar electricidad. Todo este proceso es el que permite mejorar la eficiencia y reducir las emisiones de CO2 en comparación con otro tipo de centrales como las térmicas.
Transporte sostenible (GNV)
El gas natural es la alternativa más limpia y eficiente que puede ser utilizada para el transporte. De hecho, por el hecho de incorporar el gas natural vehicular ya se consigue inmediatamente la etiqueta ECO. Grandes flotas de vehículos utilizan el gas por razones como la economía (permite ahorrar un 25% con respecto al diésel y un 50% con respecto a la gasolina), la reducción de los ruidos del motor, la reducción del impuesto de los vehículos y la prioridad en situaciones de alta contaminación. Además, consigue bajar casi a cero las emisiones contaminantes a la atmósfera. Si quieres saber más sobre como incorporar el GNV te invitamos a que consultes nuestra página sobre movilidad con gas natural en la que podrás encontrar la red de gasineras disponible, testimonios de empresas que han incorporado el gas en sus flotas o las ventajas del GNV.
El biometano: metano 100% renovable
En Nedgia, actualmente nos centramos en promover la generación de producción de gas renovable o gas verde, que tiene las mismas propiedades que el gas natural, pero con posibilidad de producción local, con la ventaja de generar una economía más sostenible, aprovechando los recursos existentes, invirtiendo en el reciclaje, potenciando la conciencia ecológica y la colaboración con otros socios como ganaderos y agricultores. En este sentido, el contar con una red gasística y con infraestructuras ya creadas para poder distribuir el gas renovable o gas verde nos da una gran ventaja a la hora de dar salida a esta nueva forma de energía.
El biometano o gas verde puede proceder de residuos agrícolas, ganaderos o urbanos. Es generado por bacterias en la digestión de sustratos orgánicos en ausencia de oxígeno, también conocida como digestión anaerobia. El producto resultante de este proceso es una mezcla constituida por gases en diferentes proporciones como metano (CH4), dióxido de carbono (CO₂), vapor de agua (H₂O), el hidrógeno (H2), el nitrógeno (N2), el oxígeno (O2), el sulfuro de hidrógeno (H2S) siloxanos y partículas.
En esta digestión anaerobia se produce por un lado biogás y por otro un digestato (residuo contenido en el digestor en fase sólida-líquida). Este digestato es un producto con propiedades fertilizantes, que puede ser usado en la agricultura. Con lo que se cierra el círculo.
El biometano es un biogás al que se le somete a un proceso de limpieza que lo hace totalmente intercambiable con el actual gas natural. El biometano es compatible con todos los usos actuales del gas natural y puede circular por las infraestructuras existentes. También puede denominarse biometano al proceso de metanación del H2.
A esa limpieza del biogas se denomina “upgrading”, y es una técnica que consiste en la concentración de metano y eliminación de gases no deseados. Este proceso del que existen numerosas tecnologías disponibles (membranas, PSA, aminas…), permite introducir en la red gasista un gas (biometano) que cumple con la especificación de calidad exigido en la legislación (PD-01), que entre otras exige un 90% de metano como mínimo.
Las principales características del gas verde son las siguientes:
- Es una energía renovable, que se puede utilizar en ciclos infinitos, si se realizan los procesos de la manera correcta y de forma sostenible.
- Mejora los sistemas de gestión de residuos urbanos, agrícolas y ganaderos, al aprovecharlos para generar energía y evitar una mala gestión de los residuos.
- Es una energía neutra en emisiones de GEI (las causantes del efecto invernadero). No solo combate las emisiones asociadas al sector energético, sino también a las asociadas a la gestión de residuos.
- Se puede transportar y almacenar mediante el sistema gasista que ya está implantado en la actualidad.
- Puede usarse para los mismos fines que el gas natural, es decir, que se puede utilizar como ya lo venimos haciendo para calentar agua, cocinar o proporcionar calefacción.
- Reduce los niveles de dependencia energética global y local.
- Contribuye a fijar empleo rural, debido a la necesidad de puestos de trabajo en las plantas, que normalmente se encuentran situadas en zonas cercanas a los residuos que se generan (como en el caso del estiércol, por poner un ejemplo).
En línea con la “Hoja de ruta para el biogás” marcada por el IDAE para el 2030, que pretende multiplicar casi por 4 la producción de biogás, en Nedgia contamos con 13 plantas que ya están inyectando biogás a la red gasista. En nuestro portal sobre energía circular podrás consultar las plantas que están operativas y la descripción de cada una de ellas, procedencia de los residuos y el tipo de instalación.
Preguntas frecuentes sobre el metano
¿Cuál es la diferencia entre metano y gas natural?
La diferencia fundamental es que el metano es un gas en sí y el gas natural es una mezcla de gases, en la que para cumplir con la normativa debe incluir como mínimo un 90% de metano. El resto son otro tipo de gases como el etano en un 5,4%, el propano en un 0,6%, el butano 0,2%, los componentes pesados suponen el 0,2%, el dióxido de carbono un 2,4% y el nitrógeno un 0,7%.
¿El metano es peligroso?
No es tóxico, pero sí inflamable.
¿Por qué no huele el metano?
El metano puro no tiene olor. Se añade mercaptano al gas natural distribuido por seguridad, para que en caso de fuga se pueda identificar el olor.
¿Qué es el biometano?
El biometano o gas verde, además de incluir metano en una alta densidad es 100% renovable al proceder de residuos orgánicos, manteniendo las mismas propiedades que el gas natural.


