En línea con la “Hoja de ruta para el biogás” marcada por el IDAE para el 2030, que pretende multiplicar casi por 4 la producción de biogás, en Nedgia contamos con 7 plantas que ya están inyectando biogás a la red gasista. La planta Elena, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), fue la primera que inyectó gas renovable procedente de un vertedero. A esta iniciativa le siguió Biogasnalia, en Burgos, cuyos residuos son de origen agroindustrial. Lleida mantiene conectadas la granja Torre Santamaría y la planta de Vila-sana, que están inyectando biometano con origen en el residuo ganadero. En A Coruña, Edar de Bens, inyecta biometano procedente de aguas residuales. A éstas se le suman las dos últimas plantas en las que la compañía ha empezado a inyectar biometano a la red en Els Hostalets de Pierola, procedente de los residuos urbanos de Barcelona y Edar Granollers, en Granollers que utiliza aguas residuales y residuos orgánicos.
Su presupuesto está pagado