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Definición de energía verde

Definición de energía verde

La energía verde es la alternativa a las fuentes no renovables, provenientes de fuentes no contaminantes y que en un futuro se convertirá en la alternativa para las actuales fuentes de energía. Engloba múltiples tipos de energía pero su característica principal es que es ilimitada.

¿Qué es la energía verde?

La energía verde es una forma diferente de denominar a las energías renovables. Es una evolución del concepto de éstas y se definen por ser energías limpias, que no generan alteraciones ni contaminación al medio ambiente y que en general proceden de recursos inagotables para ser consumidos por el ser humano. Se caracterizan además por no usar combustibles tradicionales que tienden a generar más CO2 a la atmósfera.

Ventajas de la energía verde

La principal ventaja de la energía verde es que no emite CO2 al medio ambiente. Por lo tanto, favorecen el respeto por el medio ambiente y contribuyen a la descarbonización de los países.

Otra de las ventajas es que este tipo de energías son inagotables, al proceder de recursos ilimitados que podemos encontrar en el medio ambiente y que pueden ser producidos permanentemente.

El coste es otra de las características que juegan a su favor, al ser provenientes de recursos naturales no están sometidas a la hora de comprarlas a factores como el precio en origen, la escasez o a la preponderancia de determinados países en el suministro de estas. En este sentido, podemos decir que elegir la energía verde es apostar también por la independencia a la hora de escoger la fuente de energía más adecuada para un país. En el caso de España, el Sol sería el mejor ejemplo de independencia energética al poder recoger su energía en el propio país y poder tener infraestructuras propias. En el aspecto de los costes es importante señalar que en muchas energías verdes los costes de transporte y almacenaje se reducen considerablemente. En este sentido, las iniciativas que se están tomando para optar por el gas renovable como fuente de energía también se están adoptando a nivel local, aprovechando todos los recursos que tenemos como país.

Además, tienen ventajas para la salud al proporcionar emisiones más limpias y reducir el impacto en la capa de ozono al emitir menos CO2.

Entre otra de las ventajas cabría destacar que la energía verde es una gran impulsora del empleo local, al encontrarse en un proceso de desarrollo muy elevado y ser generadoras de muchos puestos de empleo, creación de empresas auxiliares, de consultoría energética o de ingeniería para el desarrollo eficaz de los proyectos.

Tipos de energía verde. Ejemplos.

Los tipos de energía verde se pueden clasificar en dos tipos: generación eléctrica o las de aprovechamiento térmico. Entre aquellas que son de generación eléctrica encontramos la eólica, la mini-eólica, la hidroeléctrica y la solar a las que ya hemos dedicado diferentes artículos en nuestro blog y que podrás encontrar en nuestra categoría medio ambiente.

En el artículo de hoy aprovecharemos para repasar aquellas que son menos conocidas y se encuentran en pleno desarrollo actualmente:

Energía mareomotriz

La energía mareomotriz, aunque viene siendo utilizada desde hace años, está experimentando un gran desarrollo en España. Al estar rodeados de mar es un recurso del que disponemos ilimitadamente y esto está llevando a que cada vez se sumen más proyectos, en muchos casos potenciados por administraciones públicas y financiados por ellas. Además de la energía mareomotriz existe también la energía undimotriz, similar a la mareomotriz, pero con un funcionamiento distinto al aprovechar la fuerza de las olas en vez de las mareas. La energía mareomotriz, en cambio, aprovecha las mareas para poder generar electricidad. Las centrales mareomotrices son las protagonistas de este tipo de energía. La energía mareomotriz necesita de las centrales mareomotrices para poder generarse. El sistema del que se aprovechan es utilizar la energía cinética creada por mareas o corrientes oceánicas. Las centrales mareomotrices aprovechan los flujos que genera la corriente del mar para poder poner en marcha sistemas de turbinas, que, conectadas a generadores eléctricos, transforman la energía procedente de las mareas y las corrientes marinas a su favor para crear electricidad.

Biocarburantes

Se habla mucho de los biocarburantes como la energía del futuro. Los más conocidos son el biodiésel, el bioetanol y el biogás, del que hablaremos posteriormente.

Los biocarburantes o biocombustibles son una energía verde que proviene de la biomasa, una materia de origen orgánico (animal o vegetal) que nos permite obtener energía. Los biocarburantes pueden ser sólidos, gaseosos o líquidos y son transformados para reemplazar a los combustibles tradicionales como fuente de energía en los vehículos y otros medios de transporte.

Entre los más conocidos encontramos el biodiésel, que puede ser utilizado puro o mezclado con el diésel procedente del petróleo para ser utilizado en motores de ciclo diésel. Su generación es a partir de aceites y grasas vegetales: es muy similar al aceite, simplemente es alterado por una reacción química sencilla que busca la pérdida de viscosidad. Para su producción se utilizan aceites baratos como la palma, la soja o la colza.

Como el biodiésel se están desarrollando múltiples biocombustibles, teniendo siempre como base la biomasa, contando en la actualidad con múltiples biocombustibles que no pueden ser comercializados porque no cuentan con la demanda suficiente.

Biogás

El gas renovable o biogás se crea a partir de residuos y puede ser utilizado de la misma forma que el gas natural. Esto fomenta la economía circular, realizando una gestión optimizada de los residuos teniendo como resultado una energía libre de emisiones de CO2. El biogás se obtiene a partir del tratamiento de nuestra basura, los residuos urbanos, la depuración de las aguas residuales de alcantarillados, los residuos agrícolas, ganaderos y los de la industria agroalimentaria. El gas renovable o biogás cuenta con la ventaja de que puede inyectarse de forma sencilla en las redes de distribución de gas ya existentes que utilizan los consumidores finales (domésticos, industriales, empresas…). Los usos que puede abarcar son los mismos que el gas natural: en sistemas de climatización con el uso de calentadores, calderas o en soluciones de aerotermia a gas. Si quieres conocer algunas de las plantas de biogás más conocidas te invitamos a que consultes alguno de nuestros proyectos.

En Nedgia estamos decididos a afrontar este cambio y estamos rediseñando la forma en la que operamos y nos relacionamos con nuestro entorno. Para lograrlo estamos incorporando nuevos biocombustibles como el biogás o el biometano, y liderando el proceso de implementación de esta tecnología a través de múltiples acuerdos para poder aprovechar todo su potencial, inyectando cada vez más a la red gasística española un gas más sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que se produzca de manera local. De hecho, España tiene el tercer mayor potencial de producción de biometano en Europa, lo que posibilita la generación de una enorme riqueza para el conjunto del país y para aquellos territorios que concentran un mayor volumen de residuos. En 2022, los proyectos que estaban en servicio sumaban 75 GWh de capacidad de inyección. Si quieres conocer más sobre todos los proyectos que tenemos en marcha y nuestra visión te invitamos a que visites nuestra sala de prensa.

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